Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz

Introducción

El santuario de Estíbaliz, ubicado a escasos diez kilómetros de Vitoria-Gasteiz, representa uno de los lugares más emblemáticos y con más tradición de todo el territorio alavés. A pesar de que la Virgen de Estíbaliz sea oficialmente la patrona de Álava desde 1941, su devoción es rastreable desde la Edad Media. A lo largo de su historia, el enclave ha tenido diferentes usos y funciones: ha sido tenencia con una fortaleza hoy en día desaparecida, fue concebido como monasterio, tuvo un hospital para peregrinos y viajeros del camino de Santiago, fue ermita de gran devoción y, en sus años de decadencia, allá por el siglo XIX, se convirtió en almacén agrario y casa particular de un vecino de la zona. A pesar de todos los avatares del tiempo, el santuario de Estíbaliz sigue siendo lugar de referencia para todos los alaveses y una de las joyas del románico del País Vasco.

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Los desagravios de Estíbaliz

Cuenta la tradición que el rey de Pamplona Sancho Garcés III el Mayor concedió un privilegio a los alaveses para que dirimieran sus diferencias y problemas el día 1 de mayo en el santuario de Estíbaliz. Al amanecer, los alaveses que tenían alguna cuenta pendiente se acercaban hasta la iglesia para oír una misa en la que el sacerdote les instaba a que resolvieran sus conflictos de forma pacífica. Si no alcanzaban acuerdo, los contendientes salían al exterior, donde tenía lugar un duelo. El primero en derramar alguna gota de sangre perdía la lucha y el pleito. Esta tradición, heredera de los llamados “Juicios de Dios” u ordalías, no ha podido ser corroborada documentalmente hasta la fecha y se considera una creación literaria, que incluso tuvo su versión teatral. Aún así, goza de gran difusión en la actualidad y todos los alaveses se dirigen hasta el santuario cada 1 de mayo, no ya para desagraviarse, sino más bien para disfrutar de la tradicional fiesta de Estíbaliz.

Fotografías antiguas

Después de un difícil siglo XIX, la centuria terminó con la necesidad de revitalizar el santuario y devolverle no sólo el culto, sino también el esplendor a su iglesia románica. Fue una etapa de continuas restauraciones que delatan las fotografías, en las que vemos cómo van desapareciendo elementos históricos añadidos a la iglesia, como el hospital de peregrinos adosado a la pared sur, y van apareciendo algunos añadidos de estilo neorrománico, como la sacristía, la galería que conecta el monasterio con la iglesia o el último cuerpo de la espadaña, derribado durante un huracán en 1941. Resulta llamativo comprobar cómo antes de las restauraciones el cerro de Estíbaliz era un despoblado donde sólo existía la iglesia y cómo durante el siglo XX se fueron añadiendo todos los elementos del complejo actual, incluidos muchos de los árboles que rodean el santuario.

La basílica de Santa María de Estíbaliz

Portadas

A pesar de las intensas restauraciones que sufrió el templo durante todo el siglo XX, todavía conserva la mayor parte de elementos medievales. Por ejemplo, la portada oeste, actual acceso a la iglesia, fue trasladada y montada de nuevo a seis metros de su lugar original para ampliar el espacio de la iglesia durante la restauración de 1927, pero los materiales que la componen y el diseño se mantuvieron en su mayor parte. Podemos observar la sobriedad que protagoniza esta portada y que contrasta con la profusión decorativa de la portada sur, denominada Puerta Speciosa.

La portada Speciosa

Esta portada recibe ese nombre por un antiguo salmo que se le cantaba a la virgen antes de entrar en el interior de la iglesia durante las romerías. En ella sorprende la calidad escultórica de los talleres que ejecutaron esta portada. Los fustes de las columnas están compuestos por un cesteado y una retícula con flores y puntos, y en los capiteles vemos diferentes temas vegetales entre los que asoma algún elemento figurativo. En las jambas de la puerta, algo deterioradas por el paso del tiempo, todavía se adivinan una serie de roleos vegetales que, en el caso de la jamba derecha, acogen una serie de personajes en posturas incómodas e imposibles. En lo alto de ambas jambas destacan dos personajes: un posible profeta, identificado en ocasiones con san Juan Bautista, y un Pantocrátor o Cristo del Juicio Final que está juzgando a la humanidad tras su segunda venida.

Elementos descontextualizados de la Puerta Speciosa

Existen toda una serie de elementos en la fachada principal de Estíbaliz que, dada su ubicación y su estilo, delatan que han sido colocados allí con posterioridad. Entre los restos más interesantes encontramos una Anunciación, con el ángel Gabriel y la Virgen colocados sobre una superficie ondulada entre columnas. Detrás de esta escena, haciendo esquina podemos ver diversos elementos incongruentes, como una escena con dos mujeres levantándose las faldas, un capitel con hojas de acanto y una bella representación de un centauro lanzando una flecha y atravesando con ella a una arpía. Al otro lado de la portada también se sitúa, en la esquina, un atlante sosteniendo un capitel con gran esfuerzo.

Canecillos

Estíbaliz conserva un conjunto de canecillos de gran interés, aunque algunos de ellos son de difícil interpretación debido a la erosión. Sobre la Puerta Speciosa encontramos una línea de canecillos con representaciones de rostros humanos, elementos geométricos y un lobo. Lo más llamativo de este conjunto es una imagen monstruosa con dientes afilados que comparte canecillo con una cabeza masculina con bigote. Mención especial merece la ménsula que sostiene una de las columnillas de la espadaña, en la que podemos contemplar una testa redonda donde sobresale una enorme sonrisa dentada. En los ábsides, la mayor parte de los canecillos son planos, a excepción del central, en el que vemos una serie de representaciones de animales, tanto fantásticos como reales, y en los que destaca un capitel con la figura de una sirena utilizado a modo de can.

El interior del templo

El interior de la iglesia, con la piedra desnuda tras las últimas restauraciones que retiraron los revoques, nos recibe con una sola nave longitudinal que culmina en un amplio crucero. Éste está cubierto con soluciones distintas: una bóveda de crucería en el norte y una bóveda de cañón apuntado en el sur. Es en la cabecera de la iglesia donde se concentra la mejor decoración escultórica, de marcado sabor borgoñón.

Capiteles del interior

En el interior encontramos dos tipos de capiteles: vegetales y figurativos. Los capiteles de temática vegetal se concentran en el crucero, en la zona de la nave. Dos de ellos tienen un diseño similar a base de hojas y flores de lis en las esquinas, mientras que los otros dos ofrecen filigranas de gran calidad escultórica, con rostros y animales escondidos entre los ramajes.

En la zona del presbiterio encontramos otros cuatro capiteles, esta vez de temática figurativa. En el primero se nos narra el Pecado Original, momento en el que Adán y Eva comen del fruto prohibido y, al hacerlo, sienten vergüenza de su desnudez. Desde lo alto Dios Padre descubre que han incumplido su mandato. En el capitel de al lado se muestra la expulsión del Paraíso y cómo un ángel con espada señala la puerta de salida y les empuja para obligarles a abandonar el lugar. En otro capitel se nos muestran, además, otros pecados cometidos por la humanidad, como el pecado de la avaricia, representado por un hombre de cuyo cuello cuelga un saco de monedas, que está siendo torturado por un demonio. A su lado vemos el castigo a la lujuria femenina, representada por una mujer desnuda de cuyos pechos cuelgan una rana y una serpiente.

El último capitel queda reservado para la redención y la posibilidad de salvación, protagonizado por la virgen María en el momento de la Anunciación. En la escena aparecen el ángel y la virgen, sobre la que se acerca la paloma del espíritu santo, sosteniendo una cartela donde se lee: AVE MARIA GRATIA PLENA.

La pila bautismal

La pila bautismal es un ejemplar de los siglos XII-XIII en cuya copa se pueden contemplar, entre una serie de arcos, cuatro rostros masculinos bien diferenciados entre sí y un conjunto de animales entre los que encontramos leones, osos o águilas. La copa queda sostenida por cuatro columnitas con capiteles deteriorados de desembocan en una serie de hojas que cubren la pila por su parte inferior.

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La Virgen de Estíbaliz

En medio de la cabecera de la iglesia, en una posición preeminente, nos encontramos la talla de la Virgen de Estíbaliz. Se trata de una Virgen con el niño, tipología conocida como «Andramari», cuyo origen se remonta a finales del siglo XII o principios del XIII. Al igual que el edificio, su antigüedad le ha hecho atravesar innumerables avatares. En el siglo XIX terminó parcialmente destruida y en un estado de conservación muy malo, lo que obligó a los vecinos de Villafranca a actuar de urgencia. Con el impulso renovador que llegó a principios del siglo XX, la talla fue intensamente restaurada con un rostro, una mano y un niño nuevos. Actualmente es la patrona de Álava y una de las imágenes religiosas que mayor devoción despierta entre los alaveses.

LOCALIZACIÓN

Créditos fotográficos:

De las fotografías actuales: © Ondare Irekia | Patrimonio Abierto

De las fotografías antiguas: Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz.

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